Qué es la curación de contenidos
La curación de contenidos puede definirse como la acción de buscar, encontrar y seleccionar informaciones, datos, textos o cualquier otro contenido que sea considerado relevante para distribuirlo de manera segmentada a un colectivo o una organización especifica. Dicho de otro modo, se trata de una estrategia que lo que trata es de separar lo que realmente tiene valor de aquello que puede considerarse como ‘paja’.
El objetivo de llevar a cabo procesos de curación de contenidos no es otro que el de mejorar la asimilación de la información y el mensaje por parte de los receptores evitando que estos caigan en el exceso de información. Puesto que puede tratarse de un mecanismo realmente costoso y lento, hoy en día los profesionales tratan de sistematizarlo todo lo posible. De esta forma, además, resulta más factible influir en la toma de decisiones.
Aunque la curación de contenidos ha existido desde siempre ha sido en esta década con la necesidad de gestionar grandes cantidades de contenidos, sintetizarlos y posicionarlos en los buscadores para que tengan mayor visibilidad cuando esta actividad se ha popularizado. El posicionamiento web en buscadores ha popularizado la curación de contenidos sobre todo desde que se vincula la actividad del posicionamiento SEO con el marketing de contenidos.
¿Qué no es la curación de contenidos?
Muchas personas creen que, cada vez que buscan una información en Internet con el objetivo de resolver un problema determinado, están curando contenidos cuando, realmente, esto no es así. Esto se debe, fundamentalmente, a que no se trata de un proceso puntual, sino de uno que requiere un mantenimiento en el tiempo y que se centra en uno o varios temas de relevancia muy específicos y de interés para un sujeto o una organización.
Hay otro factor que define a la curación de contenidos. Y es que la información extraída, además de útil, práctica y específica sobre un tema, no debe ser efímera. De hecho, que tenga validez en el tiempo es de vital importancia. De este modo, es posible atraer la atención de todos aquellos que están interesados, mientras que el resto sigue su camino por otro lado y se crea un entorno óptimo. En resumen, puede decirse que la curación de contenidos es filtrar información con un objetivo definido y muy claro.
¿Cómo se hace la curación de contenidos?
La curación de contenidos se efectúa en dos fases que, a su vez, suman un total de cinco etapas. Vamos a explicar todas ellas a continuación:
1. Fase de productividad y eficiencia en el tratamiento de la información.
– Agregación. El objetivo es reunir toda la información de relevancia posible sobre un determinado tema específico que se encuentra en una sola localización, las cuales suelen denominarse como repositorios. ‘Intelligent Watcher‘ y ‘Evernote‘ son los dos más conocidos y usados en estos momentos.
– Destilación. Una vez realizado el paso anterior, llega el momento de filtrar dichos contenidos aplicando la conocida técnica del embudo de la información. De este modo, lo que se consigue es darle un formato mucho más simple con el objetivo de que solo aquellas ideas y conceptos que tengan mayor relevancia sean compartidas.
2. Fase de resolución de objetivos específicos
– Elevación. Esta es la etapa del proceso de curación de contenidos en el que hay que identificar las tendencias marcadas y compartidas entre sí por pequeñas piezas o fragmentos online.
– Mashup. Este es, probablemente, el punto más complicado de todos. Y es que, en él, lo que hay que hacer es mezclar todos los contenidos que hayan sido curados para lograr crear un nuevo y original punto de vista. Como es obvio, en él la creatividad juega un papel clave.
– Cronología. La última de las etapas del proceso. Su objetivo es el de establecer relaciones causa efecto entre los contenidos. Para ello, es indispensable reunir toda la información histórica que se pueda y organizarla sobre una línea de tiempo con el propósito de resaltar la evolución que ha experimentar un determinado tema. Gracias a esto, es posible identificar patrones específicos que redunden en la creación de alertas tempranas.
Culminar este proceso puede arrojar contenidos extremadamente valiosos que, posteriormente, pueden presentarse de maneras muy diversas. Por ejemplo, muchos optan por crear un repositorio organizado por categorías al que solo puedan acceder usuarios registrados, un boletín de vigilancia sobre los cambios en un sector, un análisis de artículos científicos, etc. En resumen, las posibilidades son prácticamente infinitas.
Salta a la vista que, en estos momentos, la curación de contenidos se ha convertido en un arma indispensable en cualquier estrategia de marketing. Y es que, al fin y al cabo, de lo que se trata es de proveer de artículos e informaciones de calidad a los usuarios sobre temas muy específicos y que les sean útiles en cualquier sentido que necesiten.